Ante el auge desmedido de cirugías estéticas en México, la Cámara de Diputados ha tomado un paso decisivo hacia la reforma de la legislación en este campo. Impulsado por Jesús Fernando García Hernández, diputado del Partido del Trabajo (PT), el proyecto legislativo busca distinguir de manera clara entre cirugía estética y cirugía reconstructiva. Este movimiento es crucial no solo para combatir la proliferación de malas prácticas sino también para asegurar la protección integral de los pacientes.
México, que actualmente ocupa el tercer lugar a nivel mundial en número de procedimientos estéticos, solo superado por Estados Unidos y Brasil, ha experimentado un crecimiento preocupante en intervenciones realizadas por personas no calificadas y clínicas no certificadas. García resalta cómo el desarrollo económico, la globalización y la influencia de los medios han alimentado un auge en la demanda de estas cirugías, muchas de ellas siguiendo patrones de belleza occidentales.
La nueva legislación propuesta tiene como objetivo establecer diferencias fundamentales entre la cirugía estética, orientada a la mejora de la apariencia por motivos de belleza, y la cirugía reconstructiva, centrada en la restauración física post-accidentes o enfermedades. Además, contempla sanciones severas para quienes operen fuera de los estándares establecidos, incluyendo penas de prisión, multas sustanciales, decomiso de equipos y la revocación de licencias profesionales.
Otro aspecto alarmante en el panorama actual es la emergencia de las llamadas «cundinas», un sistema en el que grupos, frecuentemente de mujeres, se someten a procedimientos estéticos en tandas, pagando en cuotas y sin garantías médicas. Este método, destacado por García como extremadamente peligroso, carece de cualquier supervisión médica y, en muchas ocasiones, es llevado a cabo por individuos no certificados.
En una entrevista exclusiva, el diputado García enfatizó su objetivo de clarificar las definiciones en el campo de la cirugía estética y de imponer medidas rigurosas para asegurar la competencia y la ética profesional en todos los procedimientos. Al abordar el fenómeno de las cundinas, García advirtió sobre los riesgos significativos de estas prácticas no reguladas, especialmente en regiones como Sinaloa, donde el término «Cartel de las Cundinas» se ha vuelto común.
Con esta iniciativa, García espera no solo regular efectivamente el sector de la cirugía estética en México sino también elevar los estándares de seguridad y ética en la práctica médica, asegurando que cada procedimiento se realice con la máxima responsabilidad y cuidado hacia el paciente.