La política en Puebla se ve sacudida por serias acusaciones contra dos candidatos del Partido Acción Nacional (PAN). Eduardo Rivera Pérez, aspirante a la gubernatura, y Mario Riestra Piña, candidato a edil, están en el centro de la polémica por supuesto enriquecimiento inexplicable y financiamiento ilegal de campaña.
Morena, a través de sus voceros, ha señalado a Rivera Pérez de un incremento sospechoso en su patrimonio, que pasó de 4.2 millones a más de 14 millones de pesos durante su periodo como edil y académico, sin que sus ingresos justifiquen tal aumento. Además, Leobardo Rodríguez destacó posibles bienes no declarados por Liliana Ortiz Pérez, esposa de Rivera y candidata a diputada federal.
La situación se agrava con la denuncia de Eduardo García Casas, quien afirma que la campaña de Rivera Pérez podría estar siendo financiada ilegalmente con recursos de España, específicamente por la asociación «Hazte Oír» y Bernardo Arruabarrena García, en colaboración con Iñigo Ocejo y Miguel Ángel López. Este tipo de financiamiento extranjero podría llevar a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y al Instituto Nacional Electoral (INE) a tomar medidas drásticas, incluyendo la posible retirada de la candidatura de Rivera Pérez.
Por otro lado, Mario Riestra Piña también enfrenta acusaciones de Leobardo Rodríguez y Gabriel Biestro sobre la adquisición de propiedades millonarias en destinos turísticos como Playa del Carmen, Isla Mujeres y Cancún, cuyo valor asciende a 12.1 millones de pesos y que supuestamente pertenecen a sus familiares. Morena exige a Riestra Piña que aclare la procedencia de estos bienes para despejar dudas sobre un posible enriquecimiento a costa del erario.
A un mes de las elecciones, Morena y sus aliados advierten que no se dejarán intimidar y continuarán denunciando cualquier irregularidad electoral cometida por los candidatos del PAN, en un contexto ya tenso marcado por las denuncias de corrupción y malas prácticas.