Roberto Andrés Mezquita Macías, gerente de la refinería Miguel Hidalgo, aseguró que la construcción de la planta coquizadora de Tula avanza de manera considerable y se espera que se concluya a finales de diciembre.
Bajo la administración actual, la decisión de incrementar la producción de combustibles llevó a la reanudación de la construcción de la obra clave, según lo explicó Jorge Luis Basaldúa Ramos, director general de Pemex Transformación Industrial (TRI). Esta infraestructura requirió una inversión que supera los 3 mil millones de dólares y se espera que genere beneficios, entre ellos, la reducción en la producción de combustóleo, un elemento altamente contaminante en su proceso industrial.
La planta, que permaneció inactiva desde 2016, fue reactivada con la expectativa de alcanzar una producción diaria de más de 75 mil barriles entre gasolinas y diesel.
“Esta coquizadora va a reducir la producción de combustóleo y generará productos valiosos”, destacó Mezquita Macías.
En cuanto a los objetivos de la administración, Octavio Romero Oropeza, director general de PEMEX, mencionó que la autosuficiencia en combustibles es un objetivo clave. Para alcanzar esta meta, se llevó a cabo la rehabilitación de las seis refinerías mexicanas, la adquisición de Deer Park y la próxima operación de la refinería Olmeca, junto con la construcción de dos coquizadoras en Tula y Salina Cruz.
“Cuando inició esta administración, ocho de cada 10 barriles de combustibles se importaban, cuando termine esta administración va a estar todo lo contrario, la mayor parte de la gasolina se va a producir en nuestras instalaciones”, destacó el funcionario.
La planta coquizadora de la refinería de Salina Cruz, en Oaxaca, está programada para finalizar su construcción en septiembre de 2024, según la declaración del Presidente Andrés Manuel López Obrador. La inversión realizada en este proyecto asciende a 60 mil millones de pesos, y se estima que comenzará a operar a finales del siguiente año.
Al cierre de agosto de 2023, la producción de gasolinas, diésel y turbosina experimentó prácticamente un aumento del doble desde 2018, gracias a la adquisición de la refinería de Deer Park, Texas, y a una mayor utilización de la capacidad del Sistema Nacional de Refinación (SNR), al elevarse de 359 mil barriles por día a los 677 mil barriles diarios.