WASHINGTON, D.C. – En medio de una creciente polarización internacional, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no ve las acciones militares israelíes en la franja de Gaza como una violación del derecho internacional, según declaraciones del coordinador del comité de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby. Este posicionamiento llega en un momento crítico cuando la Cámara de Representantes de EE. UU. aprueba un paquete de ayuda militar a Israel por 14 mil 300 millones de dólares.
Durante una rueda de prensa, Kirby fue cuestionado acerca de las intenciones detrás de las declaraciones de Biden, que insta a Israel a seguir el derecho internacional, generando incertidumbre sobre si se sugiere una violación por parte de Israel. Kirby negó tal implicación y enfatizó la expectativa de que Israel, como aliado y socio, respete las leyes de guerra y minimice el impacto en civiles.
El ataque de Israel al campo de refugiados de Jabaliya buscando a un líder de Hamas, y que resultó en bajas civiles, ha sido descrito por las fuerzas de defensa israelíes como una «tragedia de guerra». Por su parte, la ONU ha advertido que este bombardeo podría ser considerado un crimen de guerra. Kirby subrayó la incapacidad de Estados Unidos para juzgar si el bombardeo constituía un objetivo militar válido, dejando esa determinación a Tel Aviv.
El mandatario estadounidense ha llamado a una pausa humanitaria en el conflicto, buscando un cese de hostilidades que, aunque temporal y localizado, podría aliviar la tensión en la región. Asimismo, se informó que ciudadanos estadounidenses con doble nacionalidad han sido evacuados de Gaza hacia Egipto recientemente.
La revelación por WikiLeaks de documentos sobre los esfuerzos de Estados Unidos para evitar que Israel sea llevado ante la Corte Penal Internacional por presuntos crímenes de guerra en el ataque de 2009 a Gaza añade complejidad al debate actual.
El nuevo paquete de ayuda militar aprobado por la Cámara, impulsado por el líder republicano Mike Johnson, ha generado controversia al requerir compensaciones mediante recortes en otras áreas del gasto gubernamental. Biden ha amenazado con vetar la medida, argumentando que no cumple con la solicitud gubernamental destinada también a apoyar a Ucrania, y los esfuerzos para contrarrestar a China y asegurar la frontera con México.
Por su parte, la vicepresidenta Kamala Harris, en conversaciones con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha reiterado el derecho de Israel a defenderse, enfatizando el respeto a las leyes humanitarias internacionales.
A nivel global, reacciones divergentes se manifiestan, como la del presidente chileno Gabriel Boric, quien condenó los ataques israelíes tras reunirse con Biden, calificándolos de violatorios al derecho humanitario internacional y desmedidos. Simultáneamente, el secretario de Estado Antony Blinken llegó a Tel Aviv en un intento por negociar una pausa en las hostilidades después de que las tropas israelíes cercaron la Ciudad de Gaza.
El contexto de estas tensiones también ha sido marcado por las palabras del papa Francisco, quien hizo un llamado a la paz durante la misa por los Fieles Difuntos, resaltando el impacto de la guerra en civiles y soldados por igual. La comunidad internacional permanece atenta mientras se desarrolla la compleja situación en Medio Oriente y se evalúan las repercusiones de la ayuda militar estadounidense a Israel.