En un giro notable en la política mexicana, el Tercer Debate Chilango para la jefatura de gobierno de la Ciudad de México se prepara para un evento histórico al abrir el escenario a una voz crucial pero a menudo subrepresentada: la de niños y adolescentes. Bajo la dirección del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), esta iniciativa busca fomentar la participación ciudadana desde las edades más tempranas y promover un diálogo inclusivo sobre temas fundamentales que afectan a la comunidad capitalina.
En una entrevista reveladora con Karla Santillán, la consejera del IECM, Erika Estrada, destacó que este debate mantendrá su estructura convencional pero introducirá un elemento novedoso al permitir que niños y adolescentes formulen preguntas directas a los candidatos. Estas interrogantes girarán en torno a cuestiones vitales como seguridad, justicia y desarrollo urbano, reflejando las preocupaciones y perspectivas de una generación que rara vez tiene la oportunidad de influir en el ámbito político.
El compromiso del IECM con la inclusión y la participación ciudadana se manifiesta en la asignación de bloques específicos del debate para que los niños y adolescentes se expresen. Estrada enfatizó la importancia de que estos jóvenes se sientan cómodos y empoderados para contribuir al diálogo democrático de manera significativa. Esta medida no solo amplía el alcance del debate, sino que también desafía a los candidatos a responder de manera auténtica y reflexiva a las preguntas planteadas por la próxima generación de votantes.
Con el cierre de las campañas electorales el 26 de mayo y un extenso historial de debates a nivel local, el Tercer Debate Chilango representa el clímax de un proceso electoral que ha priorizado la participación ciudadana en todas las etapas. Los resultados de las votaciones del 2 de junio serán seguidos de cerca, con un conteo rápido previsto para la noche del mismo día y la garantía de que el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) ofrecerá una imagen precisa y oportuna del veredicto de la ciudadanía.
En un contexto político donde la voz de los jóvenes es cada vez más relevante, el Tercer Debate Chilango marca un hito significativo en el camino hacia una democracia más inclusiva y representativa. Al dar protagonismo a niños y adolescentes, este evento no solo fortalece la conexión entre la política y la ciudadanía, sino que también allana el camino para un futuro donde todas las voces sean escuchadas y valoradas en el debate público.